Una amiga, por lo demás muy apuesta e inteligente, dice:
- Ella: Cierto chico me propuso pololeo, pero aún no le respondo.
- Él: ¿Cuál es el problema? Dile que aceptas y ya.
- Ella: Sabes, tengo un amigo que es muy divertido y cariñoso, además de lindo, y cuando estoy con él me olvido por completo de la persona que me propuso pololeo.
- Él: Pero más claro no puede ser, la respuesta está frente a tus narices, debes rechazar la propuesta y quedarte con tu amigo.
- Ella (piensa): El problema es que mi amigo no se da cuenta que lo amo, y creo que él piensa, que juego con él, pero no es así de verdad te amo.
Entonces ella guarda silencio, y finalmente se queda con el tipo que le propuso pololeo.
Acaso no podemos descubrir el verdadero amor de una persona que te lo manifiesta en todo momento, porque solo pensamos que esa persona está jugando con nosotros.
¿Cómo diferenciar entre un juego o una situación real?
Aun no aprendo a diferenciar, y es por eso que estoy soltero ahora.
“Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta” Aristóteles
Guillermo.
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