Condeno a la conciencia
sin tener prueba alguna
de los daños al que late, o latía
o ya no hay pruebas ni las habrá
de aquello solo sentíamos, sentimos
sentiremos lo bello, solo instantes
de desconsuelo,
que de mala manera,
de una banal forma,
otro cuerpo femenino apocaría ciega
y mentirosamente para mi
ciertamente la alianza del que late,
suma y manda
cargo de conciencia.
guille
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