
Cerré los ojos y corrí lo más rápido que pude, no se en lo que estaba pensando pero ya no se puede volver atrás no?
Quizás debí quedarme, pero que va... ya estaba demasiado lejos para siquiera pensar en volver.
Si me hubiera quedado abría quedado paralizado, hubiera durado parado menos que un cigarrillo encendido.
Aun no se que hacer porque quizás vuelva a repetirse la situación, y ya no servirá salir corriendo o tratar de ocultar mi cara.
Todos lo presenciaron, y por un momento me sentí en la cima de la montaña porque tus ojos me respondieron de manera coqueta.
Pero ya hago aquí muy lejos de donde tu estas;
sentado, pensando en lo sucedido y vizualisando los distintos finales que pudieran haberse dado.
Y ahora creo y se, que decir te quiero no es un crimen.
Guillermo.