
Caminaba por aquel centro comercial que solía visitar, no buscaba nada en especial, ni siquiera sabía por qué había ido.
Pero ahí estabas, mirando los detalles, marcando la diferencia, asiendo notar tu presencia.
Tus hermosos ojos grandes, embellecían de forma notable tu cara, me acerque donde tu estabas.
De pronto te desmayaste, no sabía que hacer. La señora del local me gritaba haga algo joven.
Me acerque a ti y llame a una ambulancia.
No tardaron en llegar, me preguntaron- es usted familiar de la joven- no alcance a contestar cuando el paramédico del brazo me subió a la ambulancia.
Llegamos al hospital, y te dejaron en observaciones. Junto a tu cama desde la silla donde estaba sentado observandote, vi tu ficha, tu nombre es Belén.
Muy bien Belén que te diré cuando despiertes, como te hago saber que soy un perfecto desconocido para ti.
Cómo te explico que me enamoré de ti cuando te vi, que nada tengo que hacer aquí, pero que sin embargo me quedaré para cuidarte.
Pasó una semana. Te visitaba todos los días.
Hablé con el doctor cuando despertarte, él me dijo que te había contado sobre mi.
Entré a la habitación y ahí estabas. De nuevo esos hermosos ojos. No supe que hacer.
En tu velador, estaban todas las flores que cada día te traje.
Me miraste fijamente, tu mirada me llamó lo pude notar. Me senté en el borde de tu cama y comenzamos a hablar.
GUILLERMO.
4 comentarios:
Me encantan esas pequeñas historias que escribes, sean reales (aunque no sean siempre cosas buenas)o creaciones tuyas, aunque me gustan mas las segundas :)
Son breves y precisas pero entregan mas que algunos largos relatos.
cuídese mucho
saludos
xauxau!
^.^
Escribe que te cortas y que tienes depresión.
¬¬ estúpido
vale vale por los comentarios....
pense ke escribias webadas... pero escribes weas super bacanes... y ke no maten tu volaada
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