Está fatigado, después de un arduo día de caza, no necesita hacerse del poder del que indiscutiblemente es dueño y señor.
Del otro lado dulce y claro un manantial riega un lecho fluvial que de otro modo estaría seco. Un extraño oasis
Pero también es una trampa, pronto se convertirá en un valle de muerte.
No teniendo ese aspecto, la garganta que rodea al manantial es el jardín del Edén para los depredadores.
Sigue ahí, tiene una extraordinaria confianza en sí mismo, indomable, altivo, esperando
pacientemente a que la oportunidad se presente.
No hay realidad más cautivante, que sumergirse en la aventura de vivir entre leones.
