Corre un joven por la avenida, que va tarde al colegio, choca con un puesto de manzanas, cuyo dueño ha abierto hace media hora esperando que algún día ocurra algo impactante que lo despabile un rato de su aburrida rutina.
Una manzana rueda hasta llegar al pie de la chica con pecas que sostiene una carpeta con su hermoso dibujo que no se atreve a mostrar, masca la manzana mirando al joven que le sonríe, le devuelve de forma cómplice la sonrisa
El joven se sonroja y desvía la mirada; ve regularmente a la chica, la encuentra hermosa, y espera que pase algún milagro para que se presente la oportunidad de conocerla.
El semáforo cambia a verde, los autos no avanzan con rapidez ya que cruza un perro con lentitud, el perro al llegar al otro lado de la calzada orina un auto estacionado
El caballero de etiqueta grita improperios contra el perro que se aleja sin mayor atención, se sube a su auto y se descose un botón de su chaqueta; él no lo percata
un niño llora porque se cayó su helado, ya casi son las nueve de la mañana, el café de la esquina esta como de costumbre no lleno y con las mismas personas que lo visitan todas las mañanas,
desde el callejón se abre una puerta y lanzan un tarro con agua sucia, se apagan ya los últimos focos del paseo
una fea ave se posa sobre a copa del único árbol que aun tiene verdes hojas.
Y aquí estoy yo, viendo el calzado de la gente, alerta a cualquier movimiento, esperando nada, oyendo sonidos, preparandome a la rutina
solo viendo los pequeños y hermosos detalles.
Una manzana rueda hasta llegar al pie de la chica con pecas que sostiene una carpeta con su hermoso dibujo que no se atreve a mostrar, masca la manzana mirando al joven que le sonríe, le devuelve de forma cómplice la sonrisa
El joven se sonroja y desvía la mirada; ve regularmente a la chica, la encuentra hermosa, y espera que pase algún milagro para que se presente la oportunidad de conocerla.
El semáforo cambia a verde, los autos no avanzan con rapidez ya que cruza un perro con lentitud, el perro al llegar al otro lado de la calzada orina un auto estacionado
El caballero de etiqueta grita improperios contra el perro que se aleja sin mayor atención, se sube a su auto y se descose un botón de su chaqueta; él no lo percata
un niño llora porque se cayó su helado, ya casi son las nueve de la mañana, el café de la esquina esta como de costumbre no lleno y con las mismas personas que lo visitan todas las mañanas,
desde el callejón se abre una puerta y lanzan un tarro con agua sucia, se apagan ya los últimos focos del paseo
una fea ave se posa sobre a copa del único árbol que aun tiene verdes hojas.
Y aquí estoy yo, viendo el calzado de la gente, alerta a cualquier movimiento, esperando nada, oyendo sonidos, preparandome a la rutina
solo viendo los pequeños y hermosos detalles.
Cancion que me recuerda cosas
que pudieron ser pero no pasaron,
pero fue divertido tratar de intentarlas
GUILLERMO.
2 comentarios:
Eso es afuera del colegio??
Es piola eso de quedarse mirando algo en la calle un rato. Pensándolo bien es harto ocioso pero igual se sacan varias conclusiones. Me pasa caleta pero en realidad casi siempre son puras weas.
Me sentí aludido con el principio de la historia...percepción mía no más.
Cambio y fuera.
Me parecio maravilloso lo escrito, con tantos detalles, llama la atención de cualquiera, perderse.
P.D: gracias a ti, por poder confesarte aquella locura en un dia extraño.
Dulces Sueños :)
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