
Sentado bajo su sauce estaba, el joven duende, mirando el pequeño riachuelo,
la lluvia ya ha acabado y se formó un arcoiris sencillo y hermoso.
Corrió una brisa cálida, él se puso de pie y avanzo con pasos ligeros sobre
el arcoiris.
Desordenado como si la princesa hubiera jugado hace un momento, el arcoiris estaba lleno
de polvo de estrellas, dibujos, telas de colores y algodones suaves.
Al otro extremo del arcoiris duerme la pequeña, que por desordenada no pudo salir a jugar
otra vez. El duende sonrió al verla tan cómoda sobre su cama de tréboles.
Pero otro día, la pequeña de la ropa de color y pelo alocado, se pondrá sus pantuflas y caminará por el tejado para subir al arcoiris e ir a ver a su amigo el duende que descansa en su sauce.
GUILLE.
2 comentarios:
Arcoiris no te vayas, espera mi llegada.
Suerte.
guille:
punto uno: TE ODIO! XQ ME DESPERTASTE 10 MINUTOS DESPUES DE Q ME HABIAS QUEDADO DORMIDA!!!
punto dos: es muy lindo tu cuento.
punto tres: soi mui desordena...es cierto :(.
punto cuatro: te kero.
punto cinco: punto final.
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