viernes, 23 de octubre de 2009

A través del Arcoiris


Sentado bajo su sauce estaba, el joven duende, mirando el pequeño riachuelo,

la lluvia ya ha acabado y se formó un arcoiris sencillo y hermoso.

Corrió una brisa cálida, él se puso de pie y avanzo con pasos ligeros sobre

el arcoiris.


Desordenado como si la princesa hubiera jugado hace un momento, el arcoiris estaba lleno

de polvo de estrellas, dibujos, telas de colores y algodones suaves.

Al otro extremo del arcoiris duerme la pequeña, que por desordenada no pudo salir a jugar

otra vez. El duende sonrió al verla tan cómoda sobre su cama de tréboles.


Pero otro día, la pequeña de la ropa de color y pelo alocado, se pondrá sus pantuflas y caminará por el tejado para subir al arcoiris e ir a ver a su amigo el duende que descansa en su sauce.



GUILLE.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Arcoiris no te vayas, espera mi llegada.

Suerte.

Mª Belén Pozo Cornejo dijo...

guille:
punto uno: TE ODIO! XQ ME DESPERTASTE 10 MINUTOS DESPUES DE Q ME HABIAS QUEDADO DORMIDA!!!

punto dos: es muy lindo tu cuento.

punto tres: soi mui desordena...es cierto :(.

punto cuatro: te kero.

punto cinco: punto final.


Cuando la Música Acabe